El bisulfito de sodio es un compuesto químico ampliamente utilizado en diversas industrias debido a sus propiedades como agente reductor y conservante. Se presenta en forma de polvo blanco o cristales incoloros, con un olor característico ligeramente sulfuroso. Este producto es altamente soluble en agua, lo que lo hace fácil de usar en diferentes procesos industriales y aplicaciones. El bisulfito de sodio es conocido por su capacidad para eliminar el cloro residual en el agua, lo que lo convierte en un agente popular en plantas de tratamiento de agua y piscinas. Además, se utiliza en la industria alimentaria como conservante para evitar la oxidación de alimentos y bebidas. En cuanto a sus especificaciones técnicas, el bisulfito de sodio suele tener una pureza del 90% o superior, con un pH ácido que oscila entre 4 y 5. En comparación con el metabisulfito de sodio, otro compuesto relacionado, el bisulfito de sodio tiene una menor concentración de dióxido de azufre, lo que lo hace más suave y menos irritante para la piel y las vías respiratorias. Además, el bisulfito de sodio tiende a ser más estable en soluciones acuosas, lo que lo convierte en una opción preferida en aplicaciones donde se requiere una liberación controlada de dióxido de azufre.