Los positrones son partículas subatómicas con una carga eléctrica positiva, consideradas la antipartícula de los electrones. Estas partículas tienen la capacidad de aniquilarse al entrar en contacto con electrones, liberando energía en forma de radiación gamma. Los positrones son utilizados en diversas aplicaciones científicas y médicas, como en la tomografía por emisión de positrones (PET), donde se emplean para obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo humano. En cuanto a las características más relevantes de los positrones, es importante destacar que tienen una masa igual a la de los electrones pero con carga positiva. Estas partículas son fundamentales en la física de partículas y en la medicina nuclear, ya que permiten detectar y visualizar procesos biológicos a nivel molecular. En términos técnicos, un positrón tiene una carga eléctrica de +1,6 x 10^-19 culombios y una masa de aproximadamente 9,11 x 10^-31 kilogramos. En comparación con los electrones, los positrones presentan propiedades opuestas en términos de carga eléctrica. Mientras que los electrones tienen carga negativa, los positrones tienen carga positiva. Además, al aniquilarse con electrones, los positrones generan radiación gamma, lo que los convierte en herramientas valiosas para la medicina y la investigación científica. En el campo de la física de partículas, los positrones son utilizados para estudiar la estructura de la materia y las interacciones fundamentales a nivel subatómico.