Los bloqueadores solares son una barrera de protección y cuidado de la piel que previene o minimiza los daños causados por la exposición a los rayos solares.
¿Cómo saber qué tipo de bloqueador solar debo usar?

Es importante reconocer el tipo de piel para darle la protección adecuada contra los rayos del sol:

- FPS 80: Para personas con piel extremadamente sensible o para quienes deben permanecer durante prolongados periodos de tiempo bajo el sol. Son capaces de filtrar el 98% de los rayos ultravioleta.

- FPS 50 o +50: para pieles blancas, sensibles o muy blancas, que suelen quemarse sin broncearse. Dependiendo de la edad o la prolongación de la exposición solar, es un factor de protección más comúnmente recomendado para adultos. Para pieles sensibles se recomienda además que la fórmula sea hipoalergénica, especialmente si será aplicada en el rostro.

- FPS 30: recomendado para tipos de pieles que desarrollan quemaduras y bronceado. Es adecuado para exposiciones moderadas frente al sol. Este factor de protección solar es adecuado para bebés mayores a 6 meses, niños y adolescentes.

- FPS 15: para pieles de rápido bronceado o con breve o baja exposición solar.

- FPS 10: para pieles más jóvenes o más oscuras que no suelen desarrollar quemaduras o que no tendrán una exposición solar prolongada.

También es importante considerar que algunos bloqueadores solares están diseñados para pieles grasas o con tendencia al acné, están suelen encontrarse en formato spray o de textura ligera como emulsiones.

¿Cuáles son los tipos de bloqueador solar?

Los bloqueadores solares se diferencian según su textura, pudiendo ser en spray, crema, polvo, en barra, emulsión, gel y según su modo de acción, los cuales se diferencian en:

- Físicos: también llamado bloqueador solar mineral, es una pantalla bloqueadora ideal para pieles sensibles y para su uso en niños, ya que restringe completamente el ingreso de cualquier tipo de rayo solar.
- Químicos: absorben la luz ultravioleta reduciendo los daños causados por los rayos UVB pero no bloquean totalmente como el bloqueador físico, aunque evitan quemaduras peligrosas en la piel.

Recuerda que si ya has sufrido las quemaduras, lo mejor es optar por una fórmula After Sun para regenerar la piel, mientras que el bloqueador solar actúa de forma más preventiva.