El sensor de movimiento es un dispositivo electrónico que detecta movimientos en su entorno y activa una respuesta, como encender una luz o activar una alarma. Este tipo de sensor es ampliamente utilizado en sistemas de seguridad, iluminación automatizada y domótica. Su funcionamiento se basa en la detección de cambios en el campo electromagnético o en la radiación infrarroja emitida por los cuerpos en movimiento. Los sensores de movimiento más avanzados cuentan con características como un amplio rango de detección, ajustes de sensibilidad, temporizadores programables y capacidad de integración con otros dispositivos inteligentes. Estos sensores suelen tener un ángulo de detección de 180 grados y una distancia de alcance de hasta 10 metros. Además, algunos modelos ofrecen la posibilidad de ajustar la intensidad de la luz activada o la duración de la activación. En cuanto a las variaciones de los sensores de movimiento, es importante tener en cuenta factores como la tecnología de detección utilizada (infrarroja, ultrasónica, microondas), el tipo de montaje (pared, techo, esquina), la resistencia a condiciones climáticas adversas y la conectividad inalámbrica. Algunos sensores pueden ser más discretos en su diseño, mientras que otros están diseñados para ser más robustos y duraderos en entornos exteriores. Es fundamental elegir el sensor de movimiento que mejor se adapte a las necesidades específicas de cada espacio y aplicación.